lunes, 2 de octubre de 2017

Envejezco

La luz que una vez encerraba mi pecho,
tras las grietas y el llanto,
hoy tiñe de nieve mis sienes y las letrillas que canto

Ayer te fuiste, hoy te echo de menos

Echarte de  menos.

Es como si el aire por el que mi corazón respira, 
se envenenase,
y sólo quede un suspiro de esperanza,
que se escapa entre los pétalos que tapan mi garganta.

Te echo de menos.

Y los bandoleros de tus huellas,
que  me quitan el oxigeno que hace respirar mis carnes,
cabalgan lejos,
al recuerdo de la noche de justas,
donde mi corazón no vestía de espinas,
donde nuestras almas respiraban juntas.