lunes, 7 de abril de 2014

Capitán de un barco de botella

Por esa sonrisa, la tuya,
navego a la eterna deriva,
capitán de un barco de botella
encerrado en cristal de tus pupilas.

Cenando a la luz de la luna,
 llorando a los astros del cielo,
 yo alzo hoy bandera,
y la posó en el hueco de tu hoyuelos.

En la dulzura de tu carcajada
mi brújula perdió el norte.
 Por eso no tengo mas horizontes
 que la mar, mi mar salada.



  Miguel Molina Aguilera