domingo, 9 de marzo de 2014

Niebla

Me miraste fijamente
como si tus ojos hechizarme no  pudieran,
como si no fueran cadenas lo que arastro,
como si nuestros ojos no se conocieran.

Me miraste fijamente 
clavando en mi pecho plumas que hierven,
que escriben en mis venas
como si mi sangre no conociesen.

 Me miraste fijamente
como si el mar pudiera permanecer inmovil
a lo feroces vientos,
como si pudiera mi amor marcharse
y burlarse del tiempo.

 Me miraste fijamente.
No con ojos que miran  y callan
sino con ojos que gritan, 
que me clavan como espadas.

 y me miras
y me miras

 con tus ojos que me atrapan,
con tus negras pupilas.

Esos dos preciosos abujeros negros
que me tragan,
 que me aspiran.